martes, 29 de septiembre de 2009

Hace mucho tiempo que te quiero: añejado en roble

Una película que admirarán unos pocos


Como todo film francés, la lentitud es su fuerte, pero poco a poco esa larga espera sugestiva valdrá la pena. Juliette -Kristin Scott Thomas- vive su propia historia de terror. No es solo el dolor propio sino también el de quienes la rodean y el dolor que el pasado no le permite sanar. Ella mató a su propio hijo.
Pero tal como lo supo hacer Truman Capote en “A sangre fría” este film propone humanizar a la asesina y demostrar que la verdad no siempre es la verdad. Y aunque lo fuera, hay un mundo de emociones que de alguna u otra manera siempre influyen.



Philippe Claudel debutó como escritor y guionista con este film que no es el adecuado para aquellos espectadores de llanto fácil… por el contrario insinúa respuestas que solo responden a las preguntas que se harán los espectadores que se interesen en un drama que se mantiene a lo largo de las casi dos horas de metraje, jugando con las palabras y los silencios de los personajes, construidos con variados y abundantes matices.
Hacia el final, una revelación impensada colma el film, neutralizando las pinceladas de misterio y ciertas gotas de sugestión, (que se mantienen durante todo el largometraje). Hace mucho que te quiero termina desembocando en una explicación que termina siendo quizás, alevosamente reiterativa.

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